Líneas de vida diferentes.
La de los que están y la de aquellos,
en su mayoría, visitantes.
Has logrado la esencia de
estas calles, bien conservadas,
casas magníficamente cuidadas. Sus
moradores, ¿lo percibís?, hacen
su vida como si estuviera preservada su realidad por un cristal transparente,
ni se ven, no se mezclan con nuestra realidad, los que transitamos
bolso al hombro y cámara. Con ello afirman propiedad.
Voló la imaginación cuando, observando una casa
que estaba en venta, oímos los silencios de las mañanas,
y cómo al instante éramos conscientes de que nos habían
recibido haciéndonos partícipes de una tranquilidad
preparada.
Hubiera llegado a ser un pueblo más de nuestra geografía
abocado a la ruina y olvidado. Hoy es referencia del abusivo
turismo rural.
Dra. Abad
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